Nuestra mente puede ser nuestro mejor instrumento o nuestra peor pesadilla, ya que no es capaz de diferenciar si lo que estamos pensando es real o no, para ella todo lo que pensamos es real. Por ejemplo si yo pienso “no sirve de nada hacer nada” mi mente se lo creerá y tendré menos motivación para actuar pudiendo llegar a paralizarme totalmente.
Cuando nuestra mente genera cualquier pensamiento, lo creemos sin cuestionarlo, sobre todo los que provienen generados del miedo “lo voy a pasar fatal”, o los que alimentan creencias “no caigo bien a nadie”. También están los pensamientos forjados a base de educación y experiencias “siempre ha sido así, no hay opciones para mi”, o los que provienen de nuestro entorno “yo no soy de esos”.
Normalmente este tipo de pensamientos no suelen tener ninguna fundamentación, pero nuestra mente se los cree y actúa conforme a ellos, haciéndonos sufrir o sin dejarnos vivir con bienestar. Pero ¿Y si fuera posible...
vivir sin ansiedad, gestionar mis pensamientos, saber manejar mis emociones, salir del bucle de la tristeza, ganar más confianza, mejorar la relación con mis hijos, conocerme mejor para saber que quiero?
Y si te dijera, “¡es posible!” Puedes aprender a detectar tus pensamientos y a manejarlos, a gestionar tus emociones, a entender mejor a tus hijos, a volver a sentirte tú, a recuperar las ganas de vivir y encontrar el sentido de tú vida.
Los profesionales de la psicología trabajamos para que tú consigas que todo eso sea posible. En terapia hay quién dice que se produce magia, porque ir a terapia te puede cambiar la vida. Pero el impulso más importante para generar el cambio, viene de las ganas de la persona que quiere mejorar su situación. Aunque lo que sucede en realidad es que mediante la aplicación de técnicas demostradas científicamente, una persona con su trabajo y esfuerzo trabaja en equipo junto a su terapeuta, haciendo que la ciencia parezca magia.
¿Y si fuera posible …?